El ex primer ministro japonés, de 67 años, murió atacado a balazos, casi dos años después de dejar el cargo por su salud. Nacido en Tokio, era considerado un símbolo de cambio y juventud, pero también aportaba el perfil de un político de tercera generación.
Noticia Anterior

Cine, series y streaming: lo que el primer semestre del 2022 nos dejó

Noticia Siguiente

Fiesta del Productor Agropecuario 2025