Primo hermano de “Al mal tiempo buena cara”, este refrán de origen desconocido invita a (entre)ver, en lo malo que ya vino, lo bueno que vendrá después. Los optimistas profesionales dicen que es así nomás. Que no hay mal tan malo que no devenga en bien con el tiempo.
Noticia Anterior

Succession, El juego del calamar y The White Lotus: los grandes ganadores de los Emmy

Noticia Siguiente

La UCR pide auditoria externa para el Ente "Ser-Mas".