En el barrio de Barwa, en Doha, un grupo de fanáticos albicelestes disputaba un improvisado campeonato de fútbol cuando apareció un ciudadano catarí. Cerró un calle, donó agua, hamburguesas para al elamuerzo y terminó en andas al grito de "jeque, jeque".
Noticia Anterior

Cristiano a un paso del Al Nassr de Arabia Saudita por 200 millones de euros anuales

Noticia Siguiente

Personal Policial de la ciudad repartió juguetes que fueron recolectados dentro de la institución.