Tras la agónica victoria en Turín, el equipo dirigido por Luciano Spalletti llegó a Nápoles a la madrugada y fue recibido por miles de hinchas que escoltaron el micro con sus motos, bombas de humo y banderas.
Noticia Anterior

"Hay riesgo de una conflagración catastrófica" en Sudán

Noticia Siguiente

Detuvieron a un hombre por presunto abuso sexual y privación ilegitima de la libertad