Felipe Urquiza, tiene 9 años, vive con su familia en el barrio Argentino de General Cabrera y hace algunos días tuvo un gesto que conmovió a toda la comunidad: donó todos sus ahorros a la residencia para ancianos con menos recursos de la ciudad.

La intención de la familia era que el hecho quedara en el anonimato, pero trascendió a los medios a través del intendente Marcos Carasso, quien lo mencionó pero sin dar detalles de su protagonista.

En una caja con billetes de bajo valor y muchas monedas, la autoridad municipal recibió el ahorro de varios meses junto con una carta que decía: "Hola, me llamo Felipe. Tengo 9 años, les mando esto que sé que no es mucho; pero ojalá que los pueda ayudar en esta situación. Les cuento que son mis ahorros y no tenía pensado en qué gastarlos, por eso viendo la tele se me ocurrió poder ayudar a alguien y por eso pensé en ustedes: los abuelos de mi ciudad. Les pido que se cuiden mucho, yo lo hago desde mi casa. Les mando muchos besos y abrazos".

La caja contenía $ 3.870, dinero que para el pequeño significó un gran ahorro.

Cómo surgió la idea

Ante tanto interés que despertó el gesto, algunos datos fueron apareciendo en el transcurrir de la tarde de ayer. Y, finalmente, una llamada telefónica y una dirección señalaron el lugar donde Puntal pudo entrevistar a Felipe Urquiza y a su mamá, Débora Oggero de Urquiza. El papá, Wilson Urquiza, estaba trabajando.

Es una humilde vivienda de trabajadores, a metros de avenida Circunvalación, en el extremo norte del barrio Argentino.

Con lágrimas en los ojos, y mucha tranquilidad y seguridad en lo hecho, la mamá y el niño hablaron con Puntal.

“Felipe vio en la tele algo parecido. En un noticiero que había un nene que también había donado sus ahorros y me dijo: ‘Mamá, tengo esa plata ahí, no tengo definido qué comprar’. Entonces se le ocurrió hacer una donación. Nosotros le pusimos tres instituciones y él eligió a los abuelos de la Residencia San Roque. Previamente, le explicamos qué hacía en la comunidad cada institución y entonces él dijo que se inclinaba más por los abuelos”.

Débora agrega que su hijo en realidad pretendía ayudar a todas las instituciones pero que, como el monto no parecía considerable, se optó por la residencia de los abuelos.

Para una próxima donación quedaron el hogar Un Lugar y los bomberos voluntarios.

“Él nos preguntó y le dijimos que estaba bien lo que estaba haciendo. Solito fue, se buscó una hoja y escribió la carta. Luego nos pusimos a contar todas las monedas y Felipe iba anotando el monto como para que quede todo más claro y para que después no tuvieran que ponerse a contar todas las monedas de a una”, detalla la orgullosa mamá.

“La verdad es que a nosotros nos da mucha vergüenza y no queríamos que se hiciera público. El intendente nos dijo que lo iba a hacer llegar a la encargada", precisa .

Felipe va a la escuela José María Paz. "Siempre tiene sus ahorritos, no es de gastar, y tampoco nosotros lo dejamos que lo gaste en cualquier cosa. Lo vamos guiando pero él siempre tiene esas cosas de ayudar a otro", comenta la madre.

“Voy a ahorrar para ayudar”

En medio de la charla, Felipe se anima a hablar y dice: “Yo estaba viendo la tele. Sé lo importante que son para todos los abuelos. Y yo los quiero cuidar y todo eso”. Y resalta: “Desde los cuatro años ahorro”.

El niño cabrerense es uno de los chicos que el próximo 20 de junio tendrían que prometer lealtad a la bandera, va al cuarto grado.

No pensó en ningún momento en comprarse algo para él. "Voy a ahorrar para en cada año ayudar al Hospital, a los bomberos, a Un Lugar”, promete.

Otra historia que aviva las emociones en una localidad de la región, en un clima de cuarentena.